¿Sabes todo sobre la dieta mediterránea? Con la llegada del verano y las altas temperaturas, empezar a comer más saludable es la opción ideal para sentirse liviano y fresco. Por ello, consumir frutas y verduras de estación es la clave para poder llevar a cabo la dieta mediterránea.

Si no tienes mucha idea en qué consiste, en el día de hoy te contaremos todo lo que debes saber de ella, ya que trae muchos beneficios para la salud, que ya te ampliaremos a lo largo del post. Te contaremos cuáles son los alimentos que están permitidos en la dieta mediterránea y cuáles no, para que puedas armar un menú semanal estilo mediterráneo. 

Y es que al momento de empezar una dieta, son muchos los factores e interrogantes que entran en juego. El principal de ellos, es el miedo a pasar hambre, a suprimir alimentos a los cuáles se está acostumbrado o caer en el efecto rebote. Para ello puedes complementar con pastillas o un quemagrasa natural, que te ayude a digerir mejor los alimentos y así sea más fácil perder algunos kilos.

Alimentos permitidos para seguir la dieta mediterránea

Para continuar aprendiendo sobre la dieta mediterránea, es importante conocer cada uno de los alimentos que se encuentran permitidos en este hábito alimenticio. La gran ventaja es que admite una gran variedad, por lo que te mencionaremos los más populares para que puedas incorporarlos en tu alimentación de forma inmediata.

En este caso, a diferencia de la dieta disociada, aquí puedes mezclar los alimentos de forma que te prepares, por ejemplo, una gran ensalada de vegetales, con cubos de queso, frutos secos y aceite de oliva, por ejemplo.

Aceite de oliva

Uno de los ingredientes clave en la cocina tradicionales, es el aceite de oliva. Sin dudas no puede faltar en ninguna mesa. Este producto es el rey de la dieta mediterránea, gracias a la gran cantidad de beneficios que aporta. Ahora bien, para que mantenga todas sus propiedades intactas, lo mejor es que sea virgen extra.

Alimentos de origen vegetal

En el caso de los alimentos de origen vegetal, podemos destacar muchos vegetales frutas verduras, que serán la pieza central de la dieta mediterránea, así como también los frutos secos.

  • Frutas verduras legumbres

El caso de las legumbres, ya sean lentejas, guisantes, judías, entre otros, son una gran fuente de hidratos de carbono, fibra y proteínas vegetales, por lo que aportan todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita.

En cuanto a las verduras, en esta categoría entran casi todas, a excepción de algunas cuantas como la patata, por ejemplo. Ahora bien, los pimientos, ajo y cebolla, zanahoria, lechuga, el grupo de las coles y tomate, entre tantos, ya que están cargados de vitaminas y minerales imprescindibles para el organismo.

Por último, como es de público conocimiento, las frutas tienen una gran cantidad de azúcares naturales, por lo que son muy saludables, pero hay que medir la cantidad si se busca bajar de peso. 

Tanto las uvas como los higos, son grandes antioxidantes que protegen las células del organismo, y las naranjas aportan vitamina C, la cual es ideal para prevenir infecciones y resfriados.

  • Frutos secos

En el caso de los frutos secos, el consumo de avellanas y almendras es muy bueno, en cantidades adecuadas, claro. Pero bien, los frutos secos son muy ricos en vitaminas, como es el caso de la vitamina E, y en ácido oleico, los cuales tienen un gran poder antioxidante. Además, son una gran fuente de grasas saludables, calcio y proteínas vegetales.

Alimentos de origen animal

En el caso de los productos de origen animal, aquí los principales son los pescados y mariscos, luego las carnes blancas, los lácteos descremados y, en menor medida, la carne roja. A continuación te detallamos cada grupo.

  • Pescados y mariscos

En el caso de los pescados y mariscos, están obligados a formar parte de la dieta mediterránea, aunque sea unas 3 veces a la semana. Gracias al aporte de omega 3 y omega 6, este grupo de alimentos protege la salud de las enfermedades cardíacas, además de no aportar demasiadas calorías ni grasas saturadas.

  • Carnes blancas

En cuanto a este grupo, aquí entran en juego las carnes de aves, como es el pollo y el pavo. El consumo de las carnes blancas son una gran fuente de proteínas, por lo que aportan aminoácidos esenciales para el organismo. A su vez, tienen un aporte graso muy bajo al igual que el colesterol.

  • Carne roja

Si bien la carne roja se la incluye en proporciones muy pequeñas, es necesaria ya que contiene nutrientes y proteínas con un alto valor biológico. Además de ello, contiene vitaminas del grupo B, como es el caso de la vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6 y vitamina B12. 

  • Lácteos descremados

Por último, el consumo de lácteos descremados también es importante en esta dieta, ya que aportan la cantidad diaria y necesaria de calcio. En el caso del yogur, aporta bacterias buenas que ayudan a equilibrar la micro-biota intestinal. Al ser descremados, tienen menor cantidad de calorías.

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Beneficios para la salud

Como bien te comentábamos, la dieta mediterránea no se trata solo de una dieta, sino un hábito alimenticio que brinda muchos beneficios para la salud. Numerosos estudios han demostrado que llevar una alimentación saludable, no solo te ayudará a perder peso, sino que también mejorará la calidad de vida.

A continuación te contamos cuáles son algunas de las ventajas principales de la dieta mediterránea.  

Previene enfermedades cardíacas

Para evitar las enfermedades cardiovasculares, la dieta mediterránea es una gran aliada para ello. Alimentos como los frutos secos y el aceite de oliva reducen los niveles de colesterol en sangre, ya que son ricos en ácidos grasos monoinsaturados.

A su vez, consumir pescado azul unas dos veces por semana, aporta omega 6 y omega 6, los cuales contribuyen para prevenir enfermedades cardiovasculares.

Regula la flora intestinal

Otro de los grandes beneficios de la dieta mediterránea, es que al consumir una gran cantidad de vegetales y frutas, ayuda a mejorar el tránsito intestinal. Esto se debe a que estos alimentos son una gran fuente de fibra, en especial cuando se consume su cáscara, ya que allí se encuentra concentrada la mayor cantidad.

Evita la obesidad y el sobrepeso

Claro está que cuando se trata de una dieta el objetivo principal es perder peso, pero en este caso, la dieta mediterránea evita el efecto rebote, ya que se trata de un hábito, por lo que previene el sobrepeso y la obesidad.

Claro que esto siempre va de la mano de consumir los alimentos permitidos y de forma moderada, ya que los excesos no ayudan en estos casos. Como ya sabes, en la dieta mediterránea se consumen frutos secos, los cuales producen saciedad, por lo que ayudan a comer menos.

Pérdida de peso

Pues bien, sin duda este es un gran beneficio de la dieta mediterránea para adelgazar, pues al tener muy pocos alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas, promueve la rápida pérdida de peso. Como la dieta mediterránea permite una gran variedad de alimentos saludables, es una dieta que se puede mantener a largo plazo y que enseña a alimentarse mejor.

Mejora la calidad de vida

Por último, gracias a todos los beneficios mencionados anteriormente, la dieta mediterránea mejora considerablemente la calidad de vida. Esto se debe al gran consumo de alimentos saludables, frescos y locales.

A su vez, será de gran ayuda practicar actividad física, aunque sea 30 minutos por día de caminata, descansar las 8 horas necesarias e hidratarse correctamente.

Para cerrar con el artículo de hoy, es fundamental destacar siempre la importancia de una alimentación saludable y ejercicio físico, más allá de la dieta o el objetivo que se persiga. En el caso de la dieta mediterránea, combina una gran variedad de alimentos, por lo que es muy buena para la salud. 

Y lo mejor de todo es que se puede combinar con otras dietas, como es el caso de la dieta blanda. La única salvedad es que hay que evitar el consumo de los alimentos crudos y la fibra. Ante cualquier consulta, no dudes en preguntar a tu nutricionista de cabecera.